Estos economistas suponen que los agentes
económicos no sólo conocen perfectamente el efecto
de cualquier política monetaria o fiscal en la demanda
agregada, sino que además conocen sus relaciones
económicas y toman en cuenta los cambios de
política. De allí que, como todos los agentes
económicos tienen las mismas expectativas, el proceso de
ajuste es automático, tanto en el mercado de trabajo
(salarios) como en el mercado de bienes y servicios y en el
monetario. Esto supone que los agentes económicos no
cometerán errores sistemáticos evitables y, por
consiguiente, las expectativas son esencialmente iguales a las
predicciones realizadas con base en la información
disponible y en la teoría económica del
modelo.
Los interrogantes que surgen son: ¿Qué
tipo de predicciones pueden darse cuando la información
disponible en el momento está equivocada o parte de
supuestos erróneos, como sucede a menudo?, ¿De
qué servirá la información presente en un
mundo de "incertidumbre" para predecir el futuro?
¿Cómo funcionan las expectativas racionales en una
sociedad donde prevalece la asimetría de la
información?
Indudablemente, el modelo tiene como trasfondo rechazar
la intervención del estado en la política
macroeconómica. Si las expectativas se forman
racionalmente, las medidas de política económica
sobre la demanda agregada son previstas y no afectarán la
producción real o el empleo, ni siquiera en el corto
plazo. Esta conclusión es muy importante porque devela lo
inútil de la política económica orientada a
estabilizar la producción y el empleo planteada en este
enfoque.
También es necesario advertir que la racionalidad
del homo económicus planteado por Adam Smith y
retomado por los neoclásicos y neoliberales como uno de
los principios rectores de la que se derivan las demás
premisas dista mucho de ser algo objetivo, desvinculado de
juicios de valor y posiciones éticas, como sostiene
recurrentemente el premio nobel de economía Milton
Friedman (1976), arquetípico positivista de los
neoliberales contemporáneos, que predican que la
teoría económica tiene como función
principal describir el mundo tal como es y no como debería
ser, descalificando el papel del sujeto en el proceso del
conocimiento y, calificándolo como agente
neutral.
En este momento es importante ubicar algunos principios
epistemológicos fundamentales de la Escuela de
Chicago[23]
Conducta de optimización: esta escuela hace
hincapié en el principio neoclásico de que las
personas tratan de maximizar su bienestar; es decir, deciden
optimizar su conducta en el momento de las decisiones. La
unidad económica básica es el individuo. Los
individuos se combinan en unidades más grandes,
familias, grupos de intereses políticos,
organizaciones de negocios, como una forma de obtener
ganancias de la especialización y del intercambio. Las
personas hacen elecciones racionales, aun cuando esas
elecciones no siempre producen los resultados esperados. Los
beneficios y los costos se maximizan y minimizan en el punto
en el que el beneficio marginal es igual al costo marginal.
Los consumidores, los trabajadores y las empresas responden a
los incentivos monetarios.Los precios y los salarios observados en general
tienden a ser buenas aproximaciones de los competitivos a
largo plazo: los precios y salarios reflejan los costos de
oportunidad para la sociedad. Las divergencias entre los
precios reales y competitivos, causados por el monopolio, en
general son insignificantes. Los precios de monopolio
persisten a largo plazo sólo en los casos donde el
gobierno bloquea el ingreso competitivo. El establecimiento
de derechos de propiedad claros y el estimulo de las
negociaciones privadas minimizan las
externalidades.Orientación matemática: Este enfoque
depende en gran parte de la teoría matemática y
utiliza tanto el método marshalliano del equilibrio
parcial como el enfoque walrasiano del equilibrio general,
característico del enfoque neoclásico. Se hace
hincapié en la verificación
empírica.Énfasis monetarista: la economía se
ajusta y regula ella misma. Las severas recesiones y
depresiones resultan de una política monetaria
inapropiada, no de los cambios autónomos en el gasto.
Los cambios en las existencias de dinero causan cambios
directos en PIB (Producto Ineterno Bruto) y en la
inflación, en vez de operar exclusivamente mediante
tasas de interés financieras. La política
fiscal por lo general es inefectiva, a menos que vaya
acompañada de cambios en la oferta de dinero, e
incluso en este último caso es impotente en presencia
de expectativas racionales. La teoría de la
inflación o presión del costo del vendedor es
errónea, debido a que la inflación es siempre y
en todas partes un fenómeno monetario. Este punto es
un rechazo total al modelo keynesiano.Gobierno limitado: el gobierno es inherentemente
ineficiente como agente para lograr objetivos que se puede
satisfacer mediante el intercambio privado. El mercado es el
mejor asignador de recursos, y por lo tanto beneficia a la
sociedad en general.Costo en bienestar social: todo impuesto, subsidio,
precio máximo o precio mínimo crea un costo en
bienestar social real y cuantificable.Libre Comercio internacional: la
globalización económica es el único
camino efectivo para lograr el desarrollo porque genera
más empleo y, el medio para lograr tal prosperidad son
las ventajas comparativas propuesta por David Ricardo en el
siglo XIX.
Estos postulados se condensaron en el llamado Consenso
de Washington, el cual comprende el conjunto de creencias
ideológicas y convicciones teóricas que comparten
la tecnocracia de las instituciones financieras multilaterales, y
la tecnocracia y los políticos de los gobiernos nacionales
que manejan las relaciones con estas instituciones
multilaterales.
Combina sobre todo la fe neoliberal –el dogma
según el cual los mercados libres siempre asignan mejor
los recursos, la intervención estatal es indeseable y por
tanto debe minimizarse-, y albergando las políticas
prioritarias en la agenda del FMI (Fondo Monetario Internacional)
y el BM (Banco Mundial): la austeridad fiscal, la
privatización, la flexibilización laboral, la
independencia de la banca central y la liberación
comercial y financiera. La imposición de estas
políticas se realizó a través de los
denominados programas de ajustes a partir de la década de
los setenta del siglo pasado debilitando y destruyendo
sistemáticamente los proyectos nacionales y, afectando
severamente a la mayoría de la población de los
países subdesarrollados, y recorre hoy algunas naciones
que integran la Unión Europea con el fin de desmontar el
Estado social de derecho y la calidad de vida que sus ciudadanos
han conquistado con luchas sociales desde tiempo
atrás.
Los programas de ajustes develan que el modelo
neoliberal no sólo se circunscribe al campo de la
teoría económica y monetaria, sino que
también es un programa ideológico que propugna por
una reforma política antidemocrática. Las tesis
según la cual; la libertad económica es
prerrequisito de la libertad personal y política, el
capitalismo de libre mercado conduce por sí mismo a la
democracia, y la participación del Estado en la
economía al totalitarismo, tiene su origen en la obra
clásica de Friederich Von Hayek, Camino de
servidumbre, publicada en los primeros años de la
década de 1940. Entre sus fuentes principales y, de la que
más se nutre, se encuentra el ala conservadora del
liberalismo de Inglaterra representado por Edmund Burke y Lord
Acton, duros críticos de los principios en la que se
basó la Revolución Francesa.
Anacronismo Económico y
Epistemológico
El análisis sobre los principios y postulados en
la que se basa el modelo neoliberal indica que esta escuela es
más de lo mismo, no sólo ha estado fundamentado en
las premisas epistemológicas deterministas y mecanicistas
del paradigma newtoniano del siglo XVII, cuyo propósito es
seguir sustentando el orden económico natural tanto del
equilibrio como de la armonía, sino que ha introducido con
mayor fuerza los postulados de la economía clásica,
preconizando estrictamente la vuelta a la ley de Say, entre cuyos
fines explícitos inmediatos es difundir y legitimar la
creencia de que el mercado libre es la única e
irremplazable opción de bienestar de las personas y de los
países para alcanzar el desarrollo económico; al
igual que rechazar alguna posibilidad de implementar el estado
benefactor y regulador.
Una de las tantas críticas que se hacen a este
modelo es su carácter anacrónico y anticuado,
debido a que no responde a las necesidades requeridas por la
sociedad actual. Es importante recordar, ideológicamente
que el liberalismo económico clásico fue
útil y funcional porque sirvió para legitimar el
traspaso de poder en el que ejercía el dominio la
aristocracia laica y religiosa, dueñas de la tierras como
herederas del feudalismo, hacia el nuevo mando de los burgueses
mercaderes e industriales, movilizadores de recursos que el poder
anterior tenía inmovilizados.
Ahora han emergidos nuevos grupos con altos poderes,
entre los que sobresalen grandes financistas y especuladores, y
en el que el poder último ya no está en manos de
gobiernos nacionales, como sí en los grandes centros de
decisión supranacional; donde la economía real ha
dado paso a la economía especuladora, en la que esos
grupos obtienen extraordinarias ganancias en el mercado
bursátil y en el mercado financiero, y en donde crece el
desempleo, la informalidad y la pobreza de las gentes.
Esos efectos reales son las razones que han llevado a
sostener la crisis tanto en la práctica como
teóricamente del paradigma económico neoliberal, lo
que sugiere su ilegitimidad y su falta de pertinencia, dado que
la profundidad y complejidad de los problemas de hoy no pueden
ser resueltos con formulas y teorías del siglo XVIII. Un
saber es legítimo por su capacidad para conjugar
teoría con la práctica a través de un
metadiscurso en el que las instituciones que administran dichos
saberes puedan ser percibidas como el producto de un conocimiento
válido. Su falta de pertinencia se manifiesta en el
vacío y ausencia para resolver satisfactoriamente los
problemas que aquejan a la sociedad actual.
Conclusiones
En resumen, este apretado recorrido histórico e
ideológico del mundo capitalista moderno pretende
contribuir a sensibilizar y retomar activamente el debate acerca
del carácter dogmático del paradigma
epistemológico de la ciencia económica que se
inicia con Smith. Ese intento tendiente a demostrar la existencia
del equilibrio y de la armonía conforme a las leyes del
universo como lo describió Newton, conllevó a la
formalización y a la "fisicalización" de la
economía y a la pretensión de que la
economía imitara a la física. La consecuencia de
esa aspiración ha sido el abuso de los modelos formales,
el abuso de las matemáticas, la exageración de la
capacidad analítica de las matemáticas para
explicar los fenómenos económicos.
En realidad, la teoría del equilibrio general
walrasiano y su correlato: el proceso de formalización y
fisicalización, condujo a la presunción de que
resolviendo problemas matemáticos se estaba resolviendo
problemas económicos, lo cual evidencia un gran error. De
esta manera, la profundización de las técnicas
matemáticas ha limitado el ámbito de
investigación y hace más difícil y confuso
el examen del propio paradigma en las ciencias
sociales.
En presencia de las nuevas concepciones
epistemológicas y científicas en las ciencias
físicas modernas, nos encontramos inmerso en una verdadera
revolución conceptual y una vez están siendo
modificadas las ideas que tenía el científico sobre
el espacio, el tiempo, la materia, la energía y la
estructura del universo. Simultáneamente con la
teoría de la relatividad de Einstein, la cual tiene una
concepción más avanzada que la newtoniana, y que la
supera dialécticamente; una de las afirmaciones más
importante para destacar en este contexto es el principio de
indeterminación o de incertidumbre formulada por Werner
Heisenberg en la teoría de la mecánica
cuántica que muestra que "no se pueden predecir los
acontecimientos futuros con rigurosa exactitud ni siquiera se
puede medir el estado presente del universo en forma
precisa"[24].
Sin embargo, esta revolución científica y
conceptual que prosigue su curso según Stephen Hawking, no
ha podido alcanzar todavía el campo de la ciencia
económica, que sigue reproduciendo a escala interna el
paradigma de la mecánica clásica; modelo que sirve
de base para avalar la creencia en el "crecimiento
económico" como única alternativa para superar el
incesante aumento de la brecha entre ricos y pobres en un espacio
donde la biosfera y el mundo son finitos.
La crisis de sistema por la que atraviesa el capitalismo
de manera recurrente en los últimos años,
caracterizada según Manfred Max Neef[25]por
el crecimiento exponencial del cambio climático
entrópicamente inducido que afecta a todas las regiones
del mundo, por la extensiva disminución de recursos
fundamentales para el bienestar humano, como agua fresca,
recursos genéticos, bosques, pesquería, vida
silvestre, suelos, arrecifes de coral y otros, por el fin de la
energía barata con dramáticos efectos en la
sociedad, y por último por la explosión de la
gigantesca burbuja especulativa que ha llegado a ser más
de 50 veces mayor que la economía real de intercambio de
bienes y servicios, no puede ser resuelta por el paradigma en
cuestión dado que este se ha sesgado a soluciones de
problemas matemáticos más que
económicos.
Existe un creciente consenso en determinar sus causas
profundas en su propio aparato conceptual, modelo que propende
desaforadamente por el crecimiento económico a cualquier
costo y estimula la acumulación y la codicia corporativas;
por el uso incontrolado de los combustibles fósiles
precisamente para facilitar el obsesivo crecimiento
económico; por la promoción del consumismo como
presunta ruta hacia la felicidad; por la destrucción de
culturas tradicionales y su consecuente pérdida de
cosmovisiones, lenguajes y valores distintos a la de la cultura
dominante, etc.
Por estos motivos se hace necesario, plantear un nuevo
enfoque alternativo de desarrollo y de reflexión
económica que sustituya en sus presupuestos
epistemológicos el dogma mecanicista del desarrollismo,
como problema fundamental actual. En las nuevas propuestas sobre
el desarrollo en el ámbito de América Latina es
interesante examinar algunas reflexiones que se han venido
haciendo en el marco de esta renovada postura. Para citar
algunas, Jordi de Cambra[26]expone algunas de lo
que serían las bases teóricas para una
reconceptualización del desarrollo: Contra el determinismo
histórico: el papel del sujeto humano como hacedor de su
propia historia; contra el cambio evolutivo, parcial, reformista:
cambio cualitativo, radical; contra el fin de la historia y del
progreso: la utopía realizable.
Para, Arturo Escobar[27]que investiga
acerca de lo que él denomina una "era post-desarrollo";
plantea que el desvelamiento del desarrollo como discurso
históricamente determinado apunta a "contribuir a liberar
el campo discursivo para que la tarea de imaginar alternativas al
desarrollo pueda comenzar"; se versa de que "el proceso de
deconstrucción y desmantelamiento esté
acompañado por otro análogo destinado a construir
nuevos modos de ver y actuar". A su vez, agrega que no se puede
despreciar el aporte de las etnografías locales en dichas
tareas. Otros autores dentro de esta dirección
señala que el nuevo proyecto podría enfocarse
estratégicamente en la acción colectiva de los
movimientos sociales: éstos no sólo luchan por
bienes y servicios sino por la definición misma de la
vida, la economía, la naturaleza y la sociedad. Se trata
en síntesis, de luchas culturales.
Se proyecta entonces, el nuevo enfoque sobre el
desarrollo como una construcción socio-cultural
múltiple, histórica y territorialmente determinada.
En la que se muestre un alejamiento con el concepto de
crecimiento y, que lo colocan en un contexto mucho más
amplio que la economía, en el que se reconozca como
esencial también lo subjetivo, lo valórico, lo
intangible, lo holístico, lo sistémico, lo
recursivo, lo cultural, para citar sólo algunas de las
características que se le atribuyen a un desarrollo
societal que reemplaza la de desarrollo
económico.
Uno de los grandes problemas de la filosofía
actual en el contexto de esta disciplina, según el
filósofo Vittorio Mathieu, es el de su propia identidad
como filosofía. La complejidad del panorama
filosófico contemporáneo hace necesario una
desnacionalización de la filosofía misma para
ahondar en la diversidad de la problemática que hace
surgir la misma reflexión filosófica, en la
esperanza de que ninguna de las opciones se arrogue
restrictivamente el titulo de filosofía. De la misma
manera, se propone una revisión del paradigma
económico dominante teniendo en cuenta la diversidad de
problemas que aquejan a distintas sociedades con cultura e
historia especifica y concreta.
La teoría de la complejidad que ha emergido en
las últimas décadas desarrollada fundamentalmente
por Edgar Morin[28]implica y exige un abordaje
distinto de la realidad y del mundo que ha sido predominante en
la tradición occidental. Esta nueva actitud consiste
esencialmente en la apertura de cada ciencia y/o disciplina a
otras ciencias y a la filosofía misma en su esfuerzo por
comprender los problemas y en la búsqueda de soluciones a
los mismos. Esta apertura a otros saberes, conceptos,
categorías e instrumentos, significa el reconocimiento de
la pluralidad de la complejidad que reconoce que los problemas no
tienen generalmente una única solución o respuesta
como lo admite el determinismo causal clásico, sino que
existe más de una solución posible, en la que puede
darse el hecho de que una sola causa puede tener más de un
efecto y, de otra parte, que varias o múltiples causas
pueden producir un solo y mismo efecto.
Esto implica que la dinámica de los sistemas no
es lineal, son a veces caóticos y estables lejos del
equilibrio tradicionalmente conocido. Por consiguiente,
insinúa la construcción de paradigmas sociales que
sean capaces de tratar la variedad y las diferencias en
múltiples facetas, no tanto ajustando o modificando sus
parámetros, sino más bien dando cabida a la
sorpresa, a la impredecibilidad, a la movilidad y al cambio de
jerarquías de sus variables o componentes.
En este contexto de crisis del sistema y crisis de
paradigma que colapsarán irreversiblemente hará
emerger sin duda dialécticamente nuevos paradigmas en la
que se aspira a que América Latina basada en su proceso
histórico y en su realidad concreta construya con la
participación de todos los saberes un enfoque
epistemológico que validado cognitivamente otorgue
visibilidad y credibilidad a los ejercicios cognitivos de las
clases, de los pueblos y de los grupos sociales que han sido
históricamente excluidos, oprimidos y sometidos por las
políticas de los países desarrollados. Con
vocación holística que integre sociedad y
naturaleza, que reconozca e identifique las relaciones desiguales
de poder-saber que subyacen a las epistemologías
dominantes y dogmáticas que no reconocen el
carácter racional a todas las formas de conocimiento que
no se pauten con sus principios epistémicos y por sus
reglas metodológicas.
Un nuevo paradigma que formule una línea de
quiebre que induzca a luchar contra todas las formas de
autoritarismo como requisito fundamental para superar esas
relaciones de poder y de proponer transformaciones sociales
autenticas. Este paradigma no puede estar sesgado a componentes
estrictamente científicos, sino tiene que ser
también un paradigma social donde se reconozca su
identidad, su cultura, su historia, donde pueda realizarse el
anhelado proyecto de una vida digna, incluyente y soberana, en un
medio ambiente descontaminado, limpio y sano, donde pueda
superarse la dicotomía entre ciencias naturales y ciencias
sociales.
Autor:
Milton Angulo Ricardo
[1] Guadarrama, Pablo, “Crítica
de los reduccionismos epistemológicos en las ciencias
sociales’”. Aquelarre. Revista de Filosofía,
Política, Arte y Cultura del Centro Cultural de la
Universidad del Tolima. Ibagué. # 11. I Semestre 2007.
p. 83-101; Revista Cubana de Ciencias Sociales. Instituto de
Filosofía. La Habana. Octubre 2007-Septiembre 2008.
http://www.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0798-11712009000200002&lng=es&nrm=iso.
[2] Bacon, Francis, Novum Organum, Edit.
Nueva Biblioteca Filosófica, Madrid, 1933.
[3] Hobbes, Thomas, Ver: Ludovico Geymonat en
Historia del pensamiento filosófico y científico,
Tomo II, Edit, Ariel Filosofía, Barcelona, 1984.P.
414.
[4] Dumont, Louis. Homo Aequalis:
génesis y apogeo de la ideología
económica. Madrid, Edit, Taurus, 1982.pp. 26-34.
[5] Escuela de Francfort, ver en: Giovanni
Reale y An tiseri Dario en Historia del Pensamiento
Filosófico y Científico, Vol III, Edit. Herder,
Barcelona, 1992. P.742.
[6] En física clásica se
asumía que todos los eventos están causados por
otros anteriores y que dicha causalidad se expresaba en
términos de leyes de la naturaleza. De ahí que
las leyes del movimiento de Newton (equilibrio,
masa-aceleración, acción- reacción, y
gravitación) se centrara en estudiar el movimiento de
los objetos y de su respuesta a las fuerzas, refutando de esta
manera la mecánica de Aristóteles que consideraba
que el estado natural de un cuerpo era el reposo. Idea que
predominó durante toda la edad media conjuntamente con
la teoría de Ptolomeo que argüía una
concepción geocéntrica del cosmos.
[7] Prigogine, Ilya, ¿El fin de la
Ciencia? Ver en Schnitman, Fried Dora,Nuevos Paradigmas,
Cultura y Subjetividad. Edit, Paidos, Barcelona, 1994.
P.112.
[8] Locke, John, ver en Giovanni Reale y
Antiseri Dario, op.cit, Vol II. P. 432.
[9] La teoría de Darwin en el origen
de las especies (1859) se apoya en los siguientes principios:
1. Existen pequeñas variaciones entre organismos que se
transmiten por herencia; 2. Los organismos deben competir entre
sí por la existencia. En la naturaleza nacen más
individuos de los que pueden sobrevivir; 3. La selección
natural: las variaciones que se adapten mejor al medio son las
que sobrevivirán y tendrán por tanto más
éxito reproductivo, las que no sean ventajosas
acabarán siendo eliminadas; 4. La evolución
biológica es gradual y se explica por acumulación
selectiva de variaciones favorables a lo largo de muchas
generaciones; 5. Se considera como motor de la evolución
la adaptación al medio ambiente derivado del efecto
combinado de la selección natural y de las mutaciones
aleatorias.
[10] Bentham, Jeremiah, ver en Giovanni Reale
y Antiseri Dario, op.cit, Vol III. P. 287.
[11] Shumpeter, Joseph, A, Hi storia del
Análisis Económico, Edit. Ico-Ariel, Madridi,
2005, p.974.
[12] Jevons, W, S. Teoría de
Economía Política, Edit, Alianza, Madrid, 1955,
p.138.
[13] Ver en:Nicolas Abbagnano, Historia de la
Filosofía, TOMO II, Edit, Félix Varela, La
Habana, 2005, p. 365.
[14] Sen Amartya, Desarrollo y Libertad,
Edit. Planeta, séptima reimpresión,
Bogotá, 2004.
[15] Mill, John Stuart, Principios de
economía política, Edit FCE, 1951.
[16] Ver a Naredo, José Manuel, La
Economía en Evolución, Historia y perspectivas de
las categorías básicas del pensamiento
económico, Edit, Siglo XXI, Madrid, 1987. P. 192.
[17] Varios Autores en “Los paradigmas
radicales en economía”, Edit, Anagrama, Barcelona,
1977. P.61.
[18] Sweezy, Paul, The Revieuw of Radical
Political Economics, vol.II, número1, 1970. P.8.
[19] Carta de F. Engels a Lange de 29 de
marzo de 1865. Cita tomada de R.L. MeeK, (ed.), Marx and Engels
on the population Bomb (Berkeley, 1971), p.85.
[20] La física moderna se considera a
partir de la teoría de la relatividad, de la
mecánica cuántica y de la teoría del caos.
Las dos primeras tienen como idea principal la probabilidad de
que la materia, a nivel microscópico tiene
comportamiento variable cuando las partículas se mueven
a velocidades cercanas a la luz. Estas cantidades (longitud,
masa, tiempo, etc,) eran invariables en la física
clásica. También se ha definido el caos como la
ciencia de la totalidad, pues, frente al reduccionismo y la
superespecialización de las ciencias, el caos opone su
espíritu integrador y universalista. La nueva
matemática asociada a la teoría del Caos
está permitiendo ahondar en el estudio de los sistemas
complejos en condiciones que se encuentran lejos del
equilibrio, es decir, de un modo mucho más acorde con la
realidad de la naturaleza y de los modelos matemáticos
que la han estudiado hasta ahora. Por eso, autores como LLya
Prigogine y Michel Serres, plantean que la asunción del
caos como clave cognoscitiva no puede ser entendida como la
simple expansión de las posibilidades explicativas del
conocimiento sino, mucho más allá, como una
posibilidad de reconsideración de las relaciones del
hombre con la naturaleza a través del conocimiento.
[21] Stigler, George, “The Politics of
Political Economists”, Quarterly Journal of Economics
(1965), pp. 522-32.
[22] Tobin, James, La nueva economía.
Diez años después. Ver: en Irastorza Revuelta,
JavierPolítica, Política Economica, Edit,
Confederación Española de Cajas de Ahorro,
Madrid, 1979. P. 161.
[23] Stanley L. Brue-Randy R. Grant, Historia
del pensamiento económico. Edit, Cengage Learning,
Mejico, 7 edición, 2008. P. 493.
[24] Heisenberg, Werner, ver en Hawking W.
Stephen, Historia del tiempo. Edit, Crítica. Barcelona,
1989. P.83.
[25] Manfred, Max Neef, El mundo en rumbo de
colisión, conferencia dictada en la Universidad
Internacional de Andalucía en Madrid, 2008. Verse en
http://www.youtube.com/watch?v=BaAzKHV2ku4.
[26] De Cambra Bassols, Jordi,
“Desarrollo y subdesarrollo del concepto desarrollo:
elementos para una reconceptualización”. En el
resignificado del desarrollo. Buenos Aires, centro de ediciones
gráficas y audiovisuales de fundación Unida,
2000. P. 110.
[27] Escobar, Arturo, La invención del
Tercer Mundo: construcción y deconstrucción del
desarrollo. Edit, Norma. Bogotá, 1996.
[28] Morin, Edgar, Introducción al
pensamiento complejo. Edit, Gedisa. Barcelona, 1994.
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